quinta-feira, 6 de dezembro de 2007

Fernando Trapero fallece horas antes de que Francia aprese a dos de sus asesinos


La de ayer fue una jornada agridulce en lo concerniente a la lucha contra ETA. Por desgracia, la detención de dos de los terroristas que presuntamente fueron los autores materiales del último atentado cometido en Francia no pudo compensar el fallecimiento de Fernando Trapero, el segundo de los dos agentes que fueron tiroteados el sábado por los arrestados, y que llevaba cuatro días en situación de coma irreversible.

La cooperación de las Fuerzas de Seguridad galas fue de nuevo determinante, y se tradujo en la captura, en el Departamento de Lozère, al sureste del país vecino, de dos de los tres pistoleros que acribillaron a balazos a Raúl Centeno y Fernando Trapero. Se trata de Asier Bengoa y Saioa Sánchez Iturregi, alias Hintza, una de las etarras mas buscadas por las Fuerzas de Seguridad y presunta jefa del último comando Vizcaya. Ambos iban armados, pero no opusieron ningún tipo de resistencia en el momento del arresto. Éste se produjo en un pequeño pueblo de montaña de poco más de 500 habitantes cuando los terroristas se disponían a subir a un autobús.

Además de una pistola automática y un revólver, portaban una importante cantidad de dinero en metálico y en su poder se encontró un tinte de pelo, coincidente con el color del cabello de Sánchea, de tono oscuro. Según las descripciones de los testigos, la mujer que participó en el atentado era rubia, por lo que, de confirmarse que los detenidos son los autores, habría intentado camuflar su aspecto con el tinte.

En la línea, el comandante de la Gendarmería de Montpellier, Bruno Roguiez, explicó que «son los presuntos autores del doble atentado, pues coinciden perfectamente con las descripciones que se nos habían dado».

No obstante, el gendarme ni siquiera necesitó recurrir a testigos, puesto que la fotografía de Saioa Sánchez fue difundida el pasado agosto junto a la de otros cinco etarras en 46.000 carteles que fueron colocados en lugares públicos.

Sobre Hintza pesaba desde julio una orden de busca y captura decretada por Garzón por formar parte supuestamente del comando Larrano, que planificaba una serie de atentados en Cantabria.

Uno de los presuntos miembros de este grupo, Aritz Arginzoniz, fue detenido el 10 de julio en Santander y sostuvo que en junio fue el máximo responsable del aparato militar de ETA Garikoitz Aspiazu, Txeroki, quien les ordenó preparar un coche bomba que harían estallar en Cantabria.

Pese al indudable éxito policial, las detenciones no están exentas de polémica, ya que el otro apresado, Bengoa, salió de la cárcel en 2006, apenas 10 días antes de que se hiciera pública la sentencia que le condenaba a siete años y seis meses de prisión por su vinculación al aparato de captación de ETA. Esta circunstancia motivó varias declaraciones de dirigentes fiscales culpando de tal circunstancia a la Audiencia Nacional. Antes de quedar libre, el criminal había sido detenido el 1 de abril de 2003 junto con otras 27 personas, a raíz de la incautación en Francia de los papeles de Juan Fernández Iradi, Susper.

Respecto a las capturas, el presidente Zapatero destacó desde Nápoles que los terroristas «han sido detenidos fruto de la colaboración entre la Policía francesa y la española», y agradeció en varias ocasiones la colaboración y el «intenso esfuerzo» del país galo, con una mención especial para su presidente, Nicolas Sarkozy.

Además, el inquilino de Moncloa aseguró que «si se confirma la autoría de los detenidos», el tercer etarra que acribilló a los dos guardias civiles el pasado sábado «tendrá el mismo destino».

No obstante, por malo que pueda ser lo que le espera entre rejas al pistolero, siempre correrá mejor suerte que su víctima, el agente de la Benemérita Fernando Trapero que, tras pasar cuatro días en coma, fallecía ayer en el Hospital de Bayona. El guardia civil, de 23 años, había ingresado en el centro médico el pasado sábado después de recibir dos disparos en el atentado en el que también fue tiroteado su compañero, Raúl Centeno, que murió en el acto.

Al fallecimiento se refirió también Zapatero, que trasladó su «reconocimiento, afecto y solidaridad» a sus familiares, compañeros y amigos ante este «duro golpe».

Asimismo, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, quiso dar el pésame a la familia de la víctima y mostró su pesar y el de su partido.

Por su parte, el presidente de la FEMP, Pedro Castro, realizó un llamamiento a todos los alcaldes para que convoquen a los ciudadanos a realizar concentraciones silenciosas este mediodía ante los consistorios.

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